Con una franqueza tajante habla de la industria musical y de sus planes inmediatos
Por Marcos Billy Guzmán / Especial El Nuevo Día
Si no fuese cantante, Daddy Yankee tampoco quisiera convertirse en actor. Más bien sería negociante, carrera que le entretiene con “gran impacto y sumo descontrol”.
Es por ello que, por más pasión que sienta por la música y su fanaticada, el reguetonero admite tener como prioridad “hacer dinero”. Después de todo, cuenta, “mis hijos comen”. Por ello, con la llegada del disco “Mundial” no tiene como meta realizar un concierto en la Isla, pues “la inversión casi siempre es mayor a lo que se gana”.
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